Uno de nuestros grandes aliados durante los meses de invierno es el edredón nórdico. Metiéndolo dentro de una funda podemos dormir bien abrigados y ligeros hasta la llegada de la primavera. Si bien es cierto que los edredones nórdicos no necesitan ser lavados tan frecuentemente como una funda o una sábana, si requieren una serie de acciones específicas. Lo primero que debemos tener claro es si nuestro edredón es de fibra o de plumas.
El edredón de fibras tiene un mantenimiento muy fácil:
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- + Debemos airearlo a menudo, lo ideal sería a diario, para eliminar restos de humedad que no se hayan evaporado durante la noche.
- + Nunca debemos exponerlo directamente al sol ya que puede decolorarse la cubierta.
- + Si lo lavamos en lavadora, nunca a más de 60º. Debemos usar un cuarto de la cantidad de detergente que usamos normalmente y lavados cortos.
- + Debemos tenderlo en posición horizontal y nunca, bajo ningún concepto, hay que plancharlo.
- + Al igual que los de fibras, airearlos tan a menudo como sea posible, a diario sería perfecto.
- + Podemos meterlos en la lavadora, pero solo si es estrictamente necesario. En caso de hacerlo, utilizar un detergente no alcalino para no estropear el plumón.
- + Si no nos queda otro remedio que meterlo en la lavadora, un truco: al centrifugar o secar en secadora metemos una pelota de tenis con el edredón. Nos ayudará a que el relleno salga esponjoso.
- + Nunca debemos usar lejía, y al igual que el de fibras, nunca debe ser planchado.
En ambos casos, si es necesario su lavado, vale más llevarlo a una tintorería y que su limpieza quede en manos de profesionales.