Un buen descanso es fundamental para afrontar nuestro día a día con fuerza, y para ello es indispensable dormir de manera cómoda, algo que una ropa de cama adecuada nos facilitará. Las sábanas 100% algodón son un acierto seguro.
El algodón es el material más suave y recomendable. Su única ‘pega’ es que una sábana de algodón hay que plancharla siempre tras su lavado. Otra opción es un juego de sábanas de algodón y poliéster, que tiene la ventaja de no arrugarse tanto, aunque sería conveniente que el poliéster no superara el 50% ya que de otra forma perdería demasiada suavidad.
Pero la cosa no acaba aquí, hay muchos tipos de algodón, pero hay uno en concreto que es el rey: El algodón egipcio. Es famoso desde al antigüedad por su gran suavidad, debida a sus largas fibras, y es que cuanto más larga es la fibra, más suave es el hilo. Este algodón que se produce a partir de plantas egipcias en el sur de Estados Unidos se llama Pima y es de gran calidad. Si la sábana se fabrica exclusivamente con algodón Pima cultivado en EEUU, debe llevar por ley la marca de certificación de la asociación de cultivadores.